Primeras ideas: respondiendo a las preguntas
En esta parte de la experiencia comencé por trabajar en la computadora, para que me fuera más rápido registrar las ideas que me iban surgiendo.
Tomé cada pregunta de las formuladas en la fase anterior y realicé una lluvia de ideas de respuestas a cada una. Encontré que al comenzar me fue más fácil generar más ideas y que las primeras preguntas me permitieron generar la mayor cantidad, mientras que para las últimas ya me surgían ideas repetidas o se me ocurrían pocas. Ante esto, retomé la actividad al otro día comenzando por las últimas preguntas y así pude complementar un poco las listas de ideas para cada pregunta.
Luego imprimí la lista e identifiqué las preguntas con colores, simplemente para visualizarlas mejor. Dado que estoy participando en otras instancias de formación y de intercambio con docentes que enfrentamos problemas similares, me apoyé en ambos aspectos (además de tener en cuenta las ideas brindadas en los videos del curso) para sumar nuevas ideas. Esta vez aproveché una instancia de evaluación de la clase y, mientras los estudiantes la realizaban, yo los visualizaba y me inspiraba para generar esas nuevas ideas.
Integración de ideas
Una vez que tuve frente a mí todas las ideas que había generado las leí y me di cuenta de que muchas se repetían, de que otras eran similares o tenían que ver con un mismo concepto y fue así que se me ocurrió cómo agruparlas, para luego poder integrarlas.
Encontré que podía identificar cinco grupos de ideas que obedecían a las preguntas que me había realizado y a la investigación que había llevado a cabo en el inicio del proceso: técnicas / tips, espacio de charla o contención, guías, motivación y juegos. Coloqué esas categorías en post its y luego comencé a revisar nuevamente la lista para colocar las ideas en esas categorías.
Integrando combinaciones: generando la idea
Al comenzar a repasar las ideas y colocarlas en las categorías, me di cuenta de que la idea que había tenido era en realidad un nuevo plan de clase para mi materia, y que cada post it era un bloque de clase que podía contener las ideas que había generado en la forma de actividades.
Volví nuevamente a las preguntas disparadoras y consideré que esta idea podría contemplarlas y resolverlas, así que comencé a jugar con ella, pensando ya en mi nuevo plan de clase y en cómo plantearlo o aplicarlo en la realidad.
En este punto se me seguían ocurriendo ideas y posibilidades, así como consideraciones para implementar este nuevo plan de clase. Además de considerar las preguntas disparadoras, también tuve en cuenta los temas y objetivos de aprendizaje de mi materia, y encontré que esta propuesta se puede utilizar considerando más de una perspectiva (resolver la situación que originó este proceso, trabajar temas teóricos relacionados a estos puntos -como la motivación, el liderazgo, el trabajo en equipo, etc.-en forma práctica y dinámica y brindarles a los estudiantes ideas para que puedan aplicar con sus futuros equipos de trabajo en el ámbito laboral).
Al reflexionar sobre el proceso de generación de ideas en este momento puedo afirmar que lo disfruté, aunque pasé por momentos en que sentía que no generaba nada interesante o que las ideas que se me venían a la mente no se conectaban totalmente con la problemática a resolver. Pero a medida que fueron pasando los días, no me podía sacar el proceso de la cabeza y me encontré trabajando en el mismo en cada tiempo libre que podía, dándole vueltas hasta que llegué a la idea final. Me quedo con una reflexión del curso: una innovación no tiene por qué ser algo grande o revolucionario, sino que se puede empezar de a poco y aplicar lo que sirva a nuestro propósito y contribuya, por supuesto, a la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
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